viernes, 21 de febrero de 2014

sábado, 21 de septiembre de 2013

21 de Septiembre: ¡Bienvenida Primavera 2013!

Este año, una vez más, el frío del "Día de la Primavera" se hace presente.

20 de septiembre (de) "x-año", un día cálido espléndido.
21 de septiembre (del mismo) "x-año", un día frío horrible.

Pero, lo más importante es que ya llegó. Dejemos, entonces, (violines, andante apassionato) que la primavera florezca en nuestros corazones (violines, andantino grazioso), porque... por lo pronto, ¡afuera hace FLOR de frío! (sí, violines: grave lacrimoso piuttosto animato...)

¡Desde | xlab-on le damos la bienvenida a la Primavera!

Clima y Geolocalización: www.xlabon.com.ar


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Ese pequeño punto azul pálido (The Pale Blue Dot; Carl Sagan)


Estamos aquí: un punto azul pálido.

La sonda se encontraba muy lejos de casa. Pensé que sería una buena idea que justo después de Saturno, hiciéramos que diera un último vistazo a casa. Desde Saturno, la Tierra aparecería demasiado pequeña como para que la Voyager captara algún detalle; nuestro planeta aparecería solo, como un simple punto de luz de nada más un píxel, difícil sería distinguirla de los otros puntos que la Voyager vería: planetas cercanos, lejanos soles, pero precisamente debido a la insignificancia revelada de nuestro mundo, valdría la pena sacar una foto así. Es bien sabido por los científicos y filósofos antiguos que la Tierra es un simple punto en la mitad del inmenso cosmos, pero nadie la había visto nunca así. Esta era nuestra primera oportunidad, y tal vez única en décadas.

Así que... aquí esta. Un mosaico de cuadrados esparcidos sobre los planetas, con un puñado de lejanas estrellas en el fondo debido al reflejo de la luz del sol sobre la sonda. La Tierra parece estar sobre un haz de luz como si se tratase de un mundo con una especial significación... pero es sólo un accidente geométrico y óptico. En esta imagen no hay señal alguna de seres humanos, nada de nuestro trabajo sobre la superficie, ni de nuestras máquinas, ni de nosotros mismos.

Desde este punto de vista, no hay evidencia de nuestra obsesión nacionalista, somos demasiado pequeños. En la escala de los mundos, los seres humanos somos insignificantes, una fina capa de vida, en un oscuro y solitario trozo de roca y metal.


Consideremos nuevamente este punto, esto que está aquí es nuestro hogar, somos nosotros; en él están todos los que amamos, todo aquel que conocemos, todos de quienes has oído hablar y todo ser humano, quien quiera que haya sido, que ha vivido su vida. El conjunto de nuestra alegría y sufrimiento, miles de religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y cada recolector; cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y plebeyo; cada pareja de enamorados, cada madre y padre, niños con esperanza, inventores y exploradores, cada formador de moral, cada político corrupto, cada "superestrella", cada líder supremo, cada santo y pecador de la historia de nuestra especie... vivió allí, en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

La Tierra no es más que un pequeñísimo grano que forma parte de una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre derramados por cientos de generales y emperadores, para conseguir la gloria y ser los amos momentáneos de una fracción de un punto.

Piensa en las crueles visitas sin fin que los habitantes de una esquina de este píxel hiciera contra los ni siquiera distinguibles habitantes de alguna otra esquina, la frecuencia de sus malentendidos, la impaciencia por matarse unos a otros, la generación ferviente de odios, nuestras posturas, nuestra presunción imaginada, la falsa ilusión que tenemos de tener un lugar privilegiado en el universo, son desafiadas por este pálido punto de luz.

Nuestro planeta es una mota solitaria en la inmensa oscuridad cósmica, en toda esta inmensa oscuridad, en esta gran vastedad no hay ningún indicio de que la ayuda vendrá de otra parte para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta el momento capaz de albergar vida, no existe otro lugar al menos en el futuro cercano, al cual nuestra especie pueda migrar... ¿visitar? sí... ¿establecerse? aún no. Nos guste o no, por el momento, la Tierra es el lugar en donde estamos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia constructora de carácter y humildad. Quizá no exista mayor demostración de la locura de la presunción humana que esta distante imagen de nuestro diminuto mundo. Para mí, recalca nuestra responsabilidad de compartir más amablemente los unos con los otros, para preservar y cuidar ese puntito azul pálido. El único hogar.

Carl Sagan
1934 - 1996